Diario de Rappifavores III: sexualidad a domicilio.

Resulta que para mi primera vez haciendo un Rappifavor me tocó una de las mejores experiencias; me refiero en un sentido cómico ya que fue de las situaciones más incomodas en las que me he encontrado en este trabajo; sin embargo, al cliente lo que pida.

Quiero pensar que la chica, cuyo pedido atendí, estaba igual de incomoda que yo. Así que sin más por el momento les platico la historia: el sábado por la tarde me tocó atender mi primer favor. Cuando llegué al domicilio me recibió una chica de cabello castaño claro, la verdad es que nos les voy a mentir; estaba muy linda. Pero me lleve una gran sorpresa en cuanto me pidió que fuera a una sex shop y le comprara un vibrador. Efectivamente, un vibrador. Yo tampoco me la creía, pero no me quedó de otra. Así que emprendí mi odisea al sex shop dónde tuve que escoger una marca para ella, debido a que no tenía especificaciones precisas, le pedí a la chica que me atendió en la tienda que me ayudara. De verdad que fue muy extraño para mí tener que pedirle a una persona que me ayudara a comprar el vibrador correcto, sobre todo porque tuve qué preguntarle cuál de las marcas le parecía la mejor. No quería llevarle un mal producto y esta es una de esas situaciones en las cuales pedir un consejo de experiencia propia en una tienda puede ser ligeramente vergonzoso.

Tuve que enviarle fotografías por chat de los distintos productos. El primero me pareció demasiado ya que era para mi gusto algo grande, el segundo me pareció ridículo ya que era rosa con diamantina, el tercero me pareció útil ya que contaba con una parte para dar placer por fuera también y finalmente el elegido. Un vibrador llamado Rabbit, según el consejo de la chica de la tienda es el más popular. No sabía la cantidad de opciones que tienen los sex shops: de hule, unos en forma de pene, unos de doble penetración, de metal, grandes, chicos, medianos… y así me puedo seguir.

Cuando volví al departamento de la clienta, me abrió la puerta un poco apenada. Sin embargo, como parte del servicio de Rappi es importante la satisfacción del cliente y que el producto este en buen estado. Lo cual en esta situación es la peor pregunta que le puedes hacer un cliente.  Le pregunté si quería que revisáramos el producto, si yo me sentía avergonzado por preguntárselo, el tono de rojo que pintó su cara me dio a entender que se sentía igual o peor que yo. ––No gracias, así está bien––  me contestó, firmo rápidamente de recibido y sin decir adiós me cerró la puerta.

¡Si te antojas, pídelo como un antojo por Rappi y te lo llevamos en minutos!

freshii

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