Quiero unas botas “puteadas” estilo “trucutrú”

Ya tengo mi playerita mamadora y mis jeans puteadones que siguen levantando polvo. Tengo una gorra que no me quito ni para dormir y hasta tengo un saquito estilo “polanqueño”. Me hace falta mis botitas puteadas y aunque llevo un rato pateando banquetas y árboles, no he tenido el tiempo para la etapa final del proceso: el tramos de Polanco a Santa Fe.

Si no saben de qué estoy hablando, Yorsh de Polanco, recomienda amarrar las botas a la defensa del carro y llevarlas de Polanco a Santa Fe y de regreso para completar el proceso de las botitas puteadas.

       

El tráfico no permite hacer esto entre semana, mucho menos en horario de oficina así que no me quedó de otra más que hacerlo en fin de semana pero si estoy ocupado puteando mis botas, se me complica salir a buscar a la papaya urbana o armarla de pedo en conjuntito sukusú.

 

Para poder lograr mi meta, pedí ayuda de Rappi. Mi rappifavor quedó a manos del buen Oscar, un padrots. Como soy un petlover, pasé el domingo  ayudando a las fundaciones y conociendo a los posibles adoptantes. Durante ese tiempo, el buen Oscar, me hizo el gran favor de llevarse mis botitas amarradas a la defensa y completó la etapa II. Regresó con el producto más pedero de todos: mis botitas puteadas.

Yorsh de Polanco1

“Ahora lo único que necesito para completar el look, es un huachinango.”

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