¡No creas todo lo que escuchas! Este es uno de los mitos que más rondan y que las personas más repiten porque piensan que al igual que cuando nos bañamos o nos metemos al mar y la piscina y sentimos nuestro cuerpo tonificado, la masa muscular y la grasa se endurecen. ¡Pero esto es completamente falso! Nuestro cuerpo no funciona como una tubería y el agua que consumimos no entra en contacto directo con la grasa corporal, así que no hay forma de que esto suceda.
De hecho, la grasa se acumula en el tejido adiposo luego de haber consumido kilocalorías de carbohidratos, proteínas y/o grasas y desaparece o es quemada cuando hay procesos energéticos.
Sin embargo, tomar agua fría sí tiene beneficios, pero no tiene nada que ver con el endurecimiento de la grasa, sino con el efecto térmico que genera una vez se consume.
AGUA
Cuando tomamos agua fría, el cuerpo identifica un cambio en la temperatura por lo cual debe esforzarse más para regularla y al hacerlo quema más calorías. ¡Ahí está el esfuerzo extra!
AGUA
Recuerda, tomar agua; fría, al clima o caliente (como te guste más) es muy importante porque ayuda a controlar tu apetito, a hidratar tu cuerpo, eliminar impurezas y toxinas, al igual que acelera tu metabolismo e incrementa la oxidación de grasa y síntesis de proteína.
¿Qué esperas para dejar de creer en este mito?
¡Conociendo la importancia del agua para tu cuerpo, es importante que la consumas de manera más regular! Se recomienda tomar 2 lt diarios o si has entrenado muy fuertemente 3.
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