Cientos de mitos han surgido en los últimos años frente al consumo de pollo, pero ¿cuáles son verdaderos y cuáles no?
“Los pollos grandes han sido inyectados con hormonas para aumentar su tamaño”
Además, el uso de hormonas en este alimento esta prohibido a nivel mundial desde 1.999
“Los pollos criollos son mejores que los industrializados”
SON DIFERENTES. Hay una diferencia importante entre este tipo de pollos principalmente por su alimentación. El pollo industrializado tiene un control más detallado de la alimentación para garantizar que cuenten con las cantidades de proteínas y ácidos grasos balanceados, mientras que el pollo criollo se alimenta con concentrado especializado para mantener el mismo equilibrio.
Aunque es probable que el pollo de campo que no tenga estandarizada la alimentación tenga un porcentaje de grasa saturada más alto y su carne sea más dura.
“Consumir la piel del pollo no es saludable”
La piel del pollo contiene ácidos grasos saturados pero es apta para el consumo. Sin embargo si tienes una dieta con restricción calórica es aconsejable no consumirla.
“Las mujeres embarazadas y el consumo del pollo”
Consumir pollo en el embarazo es totalmente saludable. El consumo de pollo aporta fósforo, vitamina B12 y hierro, importantes para el desarrollo del feto y la prevención de problemas postparto.
“El consumo de pollo genera desarrollo precoz en las niñas”
En conclusión, podemos comer pollo, es un alimento importante e indispensable para nuestro consumo, delicioso y nutritivo. Es un aliado en las dietas y un buen complemento para disminuir el consumo de carnes rojas
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